Mario Parra y yo nos conocemos desde hace unos 20 años y hemos trabajado juntos mogollón de veces: ha sido mi ayudante de dirección, le he producido un largo, ha hecho de actor en mis pelis y yo en las suyas... y hemos escrito juntos ni se sabe de guiones. Junto con Juanjo Ramírez, es la persona que mejor sabe leer lo que tengo en la cabeza. Después de que yo le contara la historia de "La Mujer que hablaba con los Muertos", a penas tardó una semana en tener la primera versión del guión completa... y era una primera versión francamente buena.
Pero lo más bonito del trabajo de escritura para esta peli ha sido la colaboración con el reparto. Nunca le he dado tanta libertad a los actores para que aporten ideas para mejorar el guión y ayudar a crear la versión definitiva del guión. Hace unas semanas, tras una reunión con Juanjo y Gonzalo Navas (amigo, actor y magnífico guionista), en la que tratamos de tapar algunos agujeros en la trama, hicimos una lectura con casi todo el reparto principal de la película, y fuimos escuchando todas sus sugerencias, dudas e ideas sobre la peli. Es maravilloso ver como tus actores ya se han metido en el alma de esos personajes y parecen conocerlos mejor que tú, como dan el clavo con pequeños cambios en un diálogo, como te dan pistas de qué cosas eliminar o añadir para que todo encaje como un puzle perfecto. Hemos incluido casi todas sus sugerencias e ideas en esta nueva versión del guión, y realmente se notan las mejoras.
Ya va quedando menos para empezar a rodar, y me siento tremendamente arropado por un equipo maravilloso, realmente comprometido con la historia de Elena y Úrsula Castaño.
Las hermanas pueden estar tranquilas... todo va sobre ruedas.
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